lunes, 13 de abril de 2015

Serie "Coronas"- Fotografía digital-Toma directa. Lambda montado en sintra bajo acrílico de 3mm. 125 x 85 cm- 5 copias de cada- Año 2008 al 2013 - Muestra Camposanto-Museo Evita Palacio Ferreyra, Córdoba. Dic 2014























Las imágenes no son lo que aparentan, son apenas un retazo.  
Hay que abrir los ojos enteros, traducir la muerte a un lenguaje nuevo. 
Y recibir las palabras como quien nace, por primera vez. 
 En las cruces, las flores que no se marchitan ni se despedazan, y se cuelan
 en el color de la montaña a pura estridencia. 
 Flores de plástico hechas corona, capaces de perdurar un año entero de perfume imaginario y cimbrar con la música propia del viento.  
Puertas adentro ya se amasa, como quien reza, como quien desea 
y acaricia esa masa para transformarla en un gesto que resume toda la espera y toda la ausencia. 
Un arco que se tensa, como quien arroja una piedra que traza medio círculo en el cielo…  
Dos puntas que se tocan y no se saben de tan ciertas. 
Quedan las ofrendas, atravesando el viento y los días, perdurando como si fueran 
el manifiesto de un deseo. La cruz cristiana se mezcla, todo uno en las ofrendas. Y se reza,  
se baila y se festeja. 
Para que suceda el milagro de sanarnos, con el susurro de nuestros ancestros que bajan, 
bendecidores.  
Hay una belleza violenta, cruda, 
propia solo de lo que producen los espacios demasiado grandes.  Y el silencio.   
En este día en donde todas las voces se abren y son música, para desatar la vida 
en toda su dimensión posible.

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